Por las noches… Día 3

Durante mi vida he notado que la mayoría de las enfermedades empeoran en la noche, como si la falta de sol abriera paso a los intrusos y la fiebre aumentara. Con tu enfermedad también lo noté y no quería que se hiciera de noche.
Desde tu partida el intruso es tu ausencia y en las noches, se acelera mi pulso, la ansiedad crece y el llanto desconsolado regresa. Sigo sin querer que se haga de noche, no quiero el silencio de lo obscuro recordándome que el sol de este hogar se apagó. “Pero aquí estoy mamá… a tu lado.”
Es impresionante lo mucho que dependemos de nuestra vista… no te veo bebé y el no verte me tortura. Lo que más extraño es tocarte, poder sentir tu respiración y poder correr contigo. Es tu oportunidad para expandir tus horizontes sensoriales y alcanzar la percepción plena.” ¿A qué te refieres Lua? “A que, motivada por encontrarme, podrás empezar a sentir cosas que antes no sentías y a reconocer presencias en espacios que creías vacíos. Aquí estoy yo. Decidí adoptar la forma de Lua en este -cuerpo espiritual-. Antes, mi alma era la de una niña de otro mundo. Ahora soy Lua. Amé mi vida en la tierra y junto a ustedes, mi experiencia me aportó una comprensión profunda sobre la conexión y me siento conectada contigo y con nuestra familia. Seguiré siendo Lua por un tiempo indefinido, y seguiré estando cerca, en el mismo plano pero en distinta dimensión.”
¿Y después? “Después veremos. Creo que voy a querer regresar a la tierra… pero hablar de después es relativo desde aquí. Aquí no hay tiempo, no sientes cansancio, no sientes mucho de hecho. Sientes… hmmm… cómo explicarlo… infinidad, paz y conexión. Tienes la oportunidad de asomarte a otros mundos y sentir la inmensidad universal y también de quedarte cerca de una realidad específica, como yo ahorita con ustedes.”
¿Qué van a pensar nuestros lectores Lua? “Nada mamá, por supuesto pensarán que estamos escribiendo ciencia ficción… así que continuemos”
“Queridos lectores, soy Lua y en este momento los invitaré a abrirse para creer que esta conversación en realidad está sucediendo y me dirijo a ustedes desde el otro lado del velo… ¿ya lo estás imaginando? Sí, tú que estás leyendo.
Soy Lua y te hablo desde el más allá, ese más allá que has imaginado muchas veces, que te has cuestionado toda la vida y en el que te preguntas si todos tus compañeros de vida que han trascendido, estarán o no. No, no tengo contacto directo ellos, pero si lo deseas puedo buscarlos ¿tienes algo para que los pueda olfatear? Por supuesto que es broma, ya no tengo una nariz super-poderosa, pero si quieres que te ayude a contactar a alguna figura espiritual en particular, compárteme un poco de ese cordón energético que te conecta a ellos. Es un cordón brillante de algún color. Verás ese color en tu mente y eso a mi me dará pistas para encontrarlos. Cuando quieras hablar con alguno de ellos, avísame. ¿Qué cómo me avisas? Bueno, me tienes que hablar con tu mente conectada a tu corazón y recibirás mi respuesta. ¡Qué! ¿Ya dejaste de creer? ¿te parece una broma? ¿un cuento? o ¿sigues creyendo? No lo llamemos creer o no creer, eso suena inverosímil en sí mismo. Mejor llamémoslo el juego de asomarnos a otras realidades. ¿Quieres jugar?”
No se si se animarán a seguir leyendo mi amada Lua, la vida en la tierra está llena de distractores y de “ciencia” que nos limita, que nos inculca desde la infancia que cualquier cosa que no podemos ver ni tocar pertenece a nuestra imaginación y que todo lo que pasa ahí, en el “mundo imaginario” es mentira. “Pero ¿qué no se supone que si ocurre es real? Si imaginas algo se convierte en recuerdo ¿cómo borras algo que imaginaste?” Bueno no nos vayamos tan lejos, son temas complejos y podríamos debatir horas y cuestionarnos la mejor forma para definir la existencia. Mejor háblame del propósito de esto. ¿Por qué estamos compartiendo estas letras? ¿Por qué siento ese impulso? ¿Qué estamos haciendo?
“Bueno… siempre has querido darle voz a los perros y a los animales no humanos en general, una voz digna que no asuma cosas que no puede comprender y que sea lo suficientemente abierta como para escuchar y entender. Te has aferrado a hacerlo y una cosa ha llevado a la otra hasta traernos aquí. Hay muchos seres que desean ser escuchados y muchos seres que desean escuchar. Nos faltan medios y corazones abiertos que rompan las barreras de la mente. Sabía que tu causa y motivo te permitirían trascender esos límites y que tu gran amor y curiosidad por entender te llevarían a escucharme aún en este nuevo espacio en esta nueva forma. Escuchará aquel que tenga el corazón abierto o por lo menos la curiosidad suficiente como para abrirlo y poco a poco conectarse.”
¿Qué te gustaría lograr Lua? ¿Qué quieres compartirnos? ¿De qué quieres hablar? “De todo. Quiero hablar de muchas cosas sobre las que no podía hablar desde mi cuerpo de perro. Antes de empezar a tocar temas o abrir puertas específicas, necesito aprender más sobre la dimensión en la que me encuentro. Aún siento un poco de las emociones terrestres, aún me siento rara sin mi cuerpo. Me dicen que pasará pronto, aunque como dije, aquí el tiempo no se siente así que no sé en realidad qué significa ‘pronto’. El gran espíritu no habla español, ni inglés, ni alemán, habla el lenguaje del corazón. Lo que ocurre en conversaciones como esta, es que a través del increíble receptor llamado -cerebro humano- una persona viva puede decodificar estos mensajes usando la conexión ‘corazón-cerebro-corazón’.”
Ay Lua, en qué aventura nos estamos metiendo ahora y cómo voy a dejar de extrañarte. “No tienes que hacerlo. Extrañar es solo una versión más de perder. Cuando estamos conectados a través del amor nunca nos perdemos, esa conexión y esa existencia jamás deja de ser. Conoces el tiempo y conoces el espacio como dimensiones tangibles, las vives. Bueno, el amor es una dimensión también. Es una dimensión por encima de todas las dimensiones y que lo envuelve todo. A través del amor podemos viajar en menos de un instante al otro lado de varios universos. Cuando sientas que me extrañas, conéctate conmigo, imagíname y ahí estaré a tu lado. Ya te lo dije el otro día en la noche, no puedo tocarte como antes pero si podrás sentir un poco mi nariz fría.” Eso me pone los pelos de punta ¿es cómo en las películas de terror donde los fantasmas se sienten -fríos-? “Si pero no es de miedo. Soy yo, cómo va a darte miedo. Da miedo cuando son energías atrapadas, molestas y que encierran trauma y frustración. En mi caso no es así. Yo decidí quedarme aquí cerca, nadie me atrapó.
Por cierto, gracias por eso. Muchas veces cuando la familia energética de un ser genera apegos distorsionados y realmente no quieren que un familiar trascienda y deje el cuerpo físico, se aferran a esa existencia en esa forma y una especie de conjuro sucede, donde el alma puede quedar atrapada en un cuerpo aún con vida (como personas que por alguna razón no pueden morir) o bien un espíritu atormentado después de que el cuerpo fallece. Ustedes me dejaron ir, siempre me dieron la libertad de elegir y comprendieron el proceso, me apoyaron en todas las formas posibles y fueron capaces de escuchar cuando les dije que ya era suficiente y tenía que partir, lo aceptaron y su amor me permitió volar sin pena, sin dolor, sin ataduras y ser libre. Desde mi libertad puedo elegir quedarme. Bueno creo que ya hablé demasiado”
Yo podría quedarme escribiendo y conversando contigo por horas, me reconforta el alma y además me parece fascinante poder experimentar esto que está ocurriendo. Sé que estoy escribiendo cosas que no se me hubieran ocurrido a mi sola y eso me maravilla, es una sensación única. “Si, es algo especial. Y sí, podríamos escribir por horas, pero no es lo ideal. Pausemos aquí y veamos que tiene para nosotros tu día… y mañana.”
Lua, si es posible que aparezcas en mi sueños esta noche, sería genial, quizá me ayude a dormir mejor y a no sentir esa desolación obscura. “Es tu cerebro mamá, si lo apagas tantito quizá podamos convivir en el astral.” ¿Cómo se supone que lo apague? “Medita antes de dormir :)” De acuerdo, lo haré.
Gracias por compartir este espacio.
PD: Si lees esto y piensas que me estoy volviendo loca mientras sostengo estas conversaciones en mi cabeza, te pediré que no leas los siguientes episodios de esta aventura, por que no pararé de escribirlos y de compartirlos. Si te incomoda de alguna forma pero te da curiosidad quedarte, piensa entonces que es ciencia ficción y no juzgues lo que lees, deja que tu corazón te lleve y tu imaginación te acompañe.

 

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